lunes, 21 de noviembre de 2011

Marco teórico

Como se planteó en los objetivos iníciales de este blog, ‘La Papeleta Red’ nace estrechamente vinculada al mundo de la comunicación política y su nuevo rol dentro de la evolución creciente de las nuevas tecnologías. La extensión del uso de internet ha supuesto una modificación de las formas tradicionales de comunicación y participación política. A través de este marco teórico tratamos de contextualizar el fenómeno de comunicación política abordando su nacimiento y proyección en el tiempo hasta su inserción en la red, manifiesto del auge progresivo en las políticas 2.0

1.      Sociedad de la información y comunicación. Comunicación política.
La sociedad de la información y comunicación se concibe como tal a partir del profundo progreso de cambio, iniciado en las dos últimas décadas del siglo XX que han afectado a todas las esferas de la vida social teniendo repercusiones sociales, culturales, políticas y económicas en la sociedades avanzadas contemporáneas. (Giner, Torres, & Lamo de Espinosa, 2006) 
Todos los cambios acontecidos por la introducción de las nuevas tecnologías conllevan un cambio en el modelo de desarrollo económico y en la estructuración social. Con antelación las sociedades industriales basaban su desarrollo en la producción industrial mientras que en la actualidad el desarrollo está relacionado con la información y conocimiento.
Asimismo, la estructuración social cambia, es decir, la forma de estratificación social basada antes en los procesos industriales ahora está dirigida por uso de las nuevas tecnologías como actividad generadora de la nueva jerarquización social. Se puede afirmar que los cambios provocados por las nuevas tecnologías son tan comprables como los grandes cambios producidos  por la Revolución industrial.
La sociedad basada en el paradigma de la información y comunicación tiene los siguientes rasgos:
·        La información es su materia prima al igual que antes lo era la industria
·        Es muy importante la enorme influencia de los medios en los ciudadanos
·        Todas las relaciones están integradas por redes lo que dificulta su análisis debido a la complejidad de estas
·        Además este paradigma se basa en la flexibilidad
·        Y por último, otro rasgo es que existe una convergencia entre todas las tecnologías de la información y las comunicaciones en un sistema agudamente  integrado.
En este contexto la fuente de productividad y de la estructuración social radica en la tecnología de la generación de conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos.(Giner et al., 2006)


 A continuación, es importante en este contexto de comunicación e información en el que nos encontramos hablar de comunicación política. La concepción más habitual de la comunicación política es aquella que la entiende como producción, transmisión y circulación de informaciones con un contenido políticamente relevante.   
En las sociedades contemporáneas el rasgo más distintivo de la comunicación política es el papel decisivo que en la misma desempeñan los medios de comunicación de masas. Asimismo, el notable desarrollo actual de los medio de comunicación ha provocado un cambio casi total en las pautas de funcionamiento de la comunicación política.
Con el propósito de conocer mejor las pautas recientes y características de la comunicación política, haremos una visión retrospectiva de la materia.
La sociología de la comunicación de masas tiene su origen en el marco de la sociología norteamericana de finales de los años treinta y de sus primeros estudios sobre la propaganda electoral, y las funciones y efectos de los medios de comunicación.  Esta especialización de la sociología se desarrolla bajo el nombre genérico de mass communicattion research.
El marco histórico de su nacimiento coincide con la expansión de los medios de comunicación, especialmente radio y prensa, así como las nuevas estrategias políticas de intervención sobre la opinión pública desarrolladas en torno a la II Guerra Mundial. El impulso político del New Deal, en 1933, en Estados Unidos, impulsó la necesidad de conocer la creciente importancia comercial de la nueva realidad social que era la audiencia.
En su conjunto, los distintos estudios realizados hasta ahora intentan desglosar las características de la influencia de los mass media sobre los ciudadanos en el ejercicio de la comunicación política. El análisis sociológico de los mass media trata de comprender objetivamente las consecuencias de la comunicación y de la persuasión de las masas sobre la vida política y social.
En este sentido H. Lasswell asignó a las comunicaciones de masas un papel determinante en el desarrollo de las revoluciones y las transformaciones sociales políticas. Lasswell era rotundo en sus previsiones, y quizá no estaba carente de razón, no obstante la influencia de los medios de comunicación sobre la audiencia era matizada por Katz y Lazarsfeld tras su estudio de la campaña electoral en 1948. Ambos sostenían que los mass media actuaban como factores de refuerzo de opiniones, orientaciones y actitudes preexistentes.
Como señala Moragas, esta actitud puede venir precedida de una postura determinada previamente, Así, la gente tiende a leer, escuchar, mirar los contenidos que corroboran unas actitudes, valores e intereses sobre los que sienten vínculo; y cuando estos mensajes contradicen sus creencias, los consumidores de esta información se sienten inclinados a ignorarla o interpretarla erróneamente.
Conclusión similar podemos extraer de los estudios llevados a cabo por Erie Country durante la campaña electoral de 1940, y de Elviera durante la etapa previa a los comicios de 1948; ambos en Estados Unidos. (Moragas Spà, 1985; 1979) 
Dichos estudios situaban la previsibilidad de los comportamientos electorales como conclusión fundamental.  Para estos autores, la decisión de voto, más que ser el resultado de una influencia puntual del acto comunicativo, es el resultado de una interinfluencia de grupo. La acción de los medios, por tanto, más que cambiar la decisión de voto, refuerza una predisposición.(Riambau i Sauri & Moragas Spa, 1986).
En nuestras sociedades, la política es política mediática. Esto significa que se desarrolla a través de un espacio de comunicación, y generalmente es sesgada y se practica mediante la política del escándalo. El espectáculo de una política del ataque personal y de mensajes reducidos a cuñas publicitarias fomenta en gran medida una desafección generalizada de los ciudadanos respecto a sus representantes y socava la base de apoyo a las tareas de gobernanza, hecho especialmente grave en un contexto de crisis.
2.       Democracia en  la sociedad de la comunicación e información
En cuanto a la repercusión de los medios de comunicación en la democracia debemos afirmar como lo hace Castells, que son fundamentales para la salud de la democracia porque, entre otras razones, fomentan el debate político, fiscalizan las actuaciones de los poderes públicos, dan voz a diferentes sensibilidades y generan opinión y ciudadanía crítica. Afirmamos que el espacio donde transcurre la comunicación política no es un espacio neutro ni que influyen los intereses económicos y políticos vigentes.
Castells afirma que en la sociedad de la información y comunicación en la que nos encontramos estamos mediados por los medios y nos es difícil distinguir lo que es real de lo irreal. El proceso democrático está viciado debido a esta mediatización de la política. En definitiva los medios aparecen numerosos casos que han erosionado la credibilidad de los políticos. (Castells, 2010) 
Referente a esta última cuestión hacemos referencia a Giddens, el cual, afirma que la democracia en la actualidad está influida por  el avance de las comunicaciones globales. Además señala que gracias a esto se ha producido una extensión de los regímenes democráticos en occidentes desde los años 70. Pero a pesar de esta extensión mantiene que los ciudadanos no están más conformes con ella debido a que en un mundo basado en la comunicación activa, el poder puro ya no es tan fuerte y pierde arraigo ya que la revolución de las comunicaciones han producido que los ciudadanos estén más activos y reflexivos. Por lo que, los ciudadanos ha perdido confianza en los procesos democráticos debido a la mala imagen extendida de la política como una actividad corrupta.
Consecuencia de ello los ciudadanos confían hoy día menos en los políticos. Ahora,  gracias a la expansión de las nuevas tecnologías se ha acabado con el monopolio informativo de los medios de comunicación convirtiéndose así los ciudadanos en productores y emisores de mensajes dejando de lado el mero papel de receptor típico de tiempos pasados. Todo esto ha hecho que los políticos transformen su forma de hacer política es decir, ha ido incluyendo nuevas formas de relacionarse con la ciudadanía.
Dentro de esta dimensión hay que decir que la forma de hacer política que tradicionalmente predominaba en la democracia no se ha suprimido ya que los sermones desde el púlpito, la comunicación escrita tras una intervención, la radio, la televisión siguen vigentes en la actualidad. Podemos afirmar que la participación política y la forma de hacer política han adquirido una dimensión más extensa.
La relación entre comunicación y política se produce de manera más intensa en el régimen democrático ya que si los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir libremente cómo y quienes les gobierna, por lo que la formación de la opinión pública adquiere un papel fundamental en este contexto. Castells, 2010)
3.      La participación política en la era de la información.
Según Castells, los principales medios de comunicación utilizan los blogs y las redes sociales para distribuir sus contenidos e interactuar con su público, alternando la comunicación horizontal y vertical.
El creciente interés de las corporaciones por las formas de comunicación a través de Internet es, en realidad, el reflejo del surgimiento de una nueva forma de comunicación socializada: la comunicación masiva individual. Es comunicación masiva porque alcanza potencialmente a un público global a través de redes de P2P y conexión a Internet. ‘’Es multimodal, ya que la digitalización del contenido y el avanzado software social, en muchas ocasiones basado en códigos libres que se pueden descargar de forma gratuita, permite el reformateo de casi todos los contenidos en prácticamente cualquier formato, que se distribuye mediante redes inalámbricas cada vez con mayor frecuencia’’, señala Castells.
A la hora de hablar de participación política debemos afirmar que es un concepto multidimensional por lo cual no es fácil de definir ya que este concepto varía en función del contexto y tiempo en el que nos situemos.
Si hacemos referencia a la conceptualización inicial entendemos participación política como una  actividad voluntaria e intencionada. Este definición incluye una gran variedad de comportamientos como son votar en las elecciones, ser miembro de un partido político, aportar fondos a causas políticas, realizar tareas de campaña, intervenir en algún movimiento social o formar parte de algún grupo de presión, etc.
Otra definición de participación política sería una definición tradicional  como es la de Verba y Nie, que definen participación política como una actividad realizada por  personas individuales al margen de sus responsabilidades laborales y remuneradas cuya finalidad es la de influir en una decisión política. Como la definición anterior podemos decir que esta engloba multitud de actividades de toda índole.  (Anduiza Perea, Cantijoch Cunill, Colombo, Gallego, & Salcedo, 2010)
Pero no debemos olvidar que con el paso del tiempo se han ido categorizando distintas actividades y comportamientos como una forma de participación política ya que el desarrollo de las NTIC han influido en la conceptualización de ésta, ya que los nuevos tecnologías, como por ejemplo internet, abren un espacio que antes no existía. La categorización de la participación política se abre puesto que el concepto de participación política no tiene unas fronteras claras debido a que se ve influenciado por el contexto en el que se encuentre.
A la participación política tradicional se une la participación en internet. Ésta es una forma de participación que no es nueva, en el sentido de que tiene su equivalente offline. El contacto entre los políticos y los ciudadanos existía ya antes. La participación política no se encuentra totalmente influenciada por el uso de Internet, ya que la relación político-votante mantiene la misma dinámica pero sin fronteras físicas. Claro está que la participación política en la Red es una forma más rápida y económica de comunicarse. En cierta medida se han simplificado los procesos burocráticos necesarios para contactar con la clase política.
Como indica Castells nos encontramos ante las puertas de una transformación esencial a la que denomina  autocomunicación de masa; masa por la capacidad de llegar a toda la sociedad, incluso a las redes globales de comunicación; y auto porque los mensajes se reproducen, reciben, seleccionan y combinan individuos o colectivos que se relacionan a través de la red. Aunque en términos generales la comunicación en Internet es libre sin embargo, está vigilada y la privacidad ha dejado de existir. 
A pesar que este uso de Internet este más o menos generalizado, la clase política aún no ha entendido el potencial de Internet ya que se limitan a gestos simbólicos con poco contenido práctico. Todos los políticos tienen página Web, todos tienen  videos YouTube, todos tienen blog, pero lo suelen confundir con un tablón de anuncios electrónico. (Castells, 2010)
Germán Angeli (2007), en su tesina La comunicación política por Internet en la era de la web 2.0 referencia a Stephen Coleman, Cisco Profesor of E-Democracy del Oxford Internet Institute, University of Oxford, el cual defiende que el principal error que subyace de muchos análisis de la política electrónica es considerar que Internet es una plataforma para transmitir mensajes unidireccionales. Este supuesto no reconoce qué es nuevo en el nuevo medio: que los cibernautas no son usuarios inertes a los que dirigirse, sino que están constantemente produciendo, recibiendo y reeditando contenido digitales. Internet no es como la televisión.
Esto es lo que, según Angeli, Coleman denomina “DIY” [“do-it-yourself”, hazlo tu mismo], y es la esencia de los cambios en la comunicación política a partir de la implementación de las nuevas tecnologías y, específicamente, las herramientas de la web 2.0. Algunos no lo advierten todavía, pero estamos inmersos en lo que el Dr. Pippa Norris en su obra A virtual Circle. Political Communications in Postindustrial Societies denomina ‘’elecciones postmodernas’’para referirse a una nueva época de las campañas políticas “basada en los cambios que introduce la tecnología y en el creciente uso de los mecanismos de retroalimentación”.

Igualmente, los gobiernos proporcionan información por Internet, pero pocos dan el paso de dar transparencia a su gestión con sistemas amigables e interactivos que permitan la plena participación ciudadana a partir de un acceso sin restricciones a todas las bases de datos que contienen la información que tenemos derecho a conocer. Hay excepciones como el gobierno de Brown, asesorado por Tim Berners-Lee (el creador del World Wide Web) y Nigel Sandholtz, el cual está creando un sistema de web semántica para permitir el acceso generalizado a las bases de datos del gobierno con elementos de interactividad.
Según Castells, el buen uso de internet por parte de los políticos entraña hacer una política donde los electores no sus apartados políticos, lleven la iniciativa, una política en la que vayan aprendiendo a partir de las consultas populares, en la que se atrevan a entrar en el debate de la sociedad. Sentencia Castells al afirmar que “la democracia en la era de Internet no es una democracia de los partidos sino, que es la democracia de ciudadanos y para los ciudadanos”. (Castells, 2010)
Sobre esta forma de participación aún no se conocen sus consecuencias como afirma Norris (2006). Además debido a que el fenómeno es reciente no existen muchos estudios que lo analicen en profundidad, estos existen sobre todo en el ámbito anglosajón.
No debemos olvidar que todos estos fenómenos de participación política en la Red se engloban bajo el concepto ‘’Web 2.0’’. Atendiendo a la conceptualización inicial, ‘’Web 2.0’’ es un concepto que se acuñó en 2003 y que se refiere al fenómeno social  que surgió a partir del desarrollo de diversas aplicaciones en Internet. Esto es una repercusión más de las nuevas tecnologías de la información y comunicación  
El término establece una distinción entre la primera época de la Web (donde el usuario era básicamente un sujeto pasivo que recibía la información o la publicaba, sin que existieran demasiadas posibilidades para que se genere la interacción) y la revolución que supuso el auge de los blogs, las redes sociales y otras herramientas que hace al individuo parte de la realidad virtual como si fuese la realidad social real

En el caso de España podemos destacar dos estudios referentes al papel de Internet en la actividad política. El primero de ellos, Los usos políticos  de Internet en España, publicado por la Revista Española de Investigación realizado en 2010 cuyas principales conclusiones apuntan a que una proporción importante de internautas que se muestran  ante la información política  a través de este nuevo medio  reciben estímulos movilizadores y lo utilizan para comunicarse en sus múltiples posibilidades, pero además afirma que aún estas actividades de participación política online tienen un carácter minoritario ya que si recordamos no toda las personas están alfabetizadas en cuanto al uso de las nuevas tecnologías se refiere. Este estudio prevé que aumente el número de activistas de estas actividades
También han analizado si actividades de participación política en internet modifican de alguna forma los patrones tradicionales de participación política y observan que determinadas actitudes y actividades participativas offline como la búsqueda de información y el contacto político tienden a extenderse hacia la red  generando una reproducción de patrones preexistente. No obstante, detectan la existencia de formas de participación online que se agrupan en dimensiones independientes  aseverando que la red de internet no sólo es un instrumento que permite reproducir en la red determinados comportamientos, sino que configura un nuevo modo de participación con características y espacios propios.(Anduiza Perea et al., 2010)
El segundo estudio al que hacemos referencia, realizado en agosto y septiembre de 2010 y nombrado Políticos y Redes Sociales, trata de analizar las relaciones que establecen las Redes Sociales en España, enfocando dicho estudio al campo de la Comunicación Política. Del estudio se concluyó que:
·          Prácticamente el 99% de los políticos valoran de forma positiva las Redes Sociales, por eso quieren y buscan tener presencia en ellas. Por otro lado, se observa que son pocos los que las siguen de forma continuada.
·          Los políticos utilizan las Redes Sociales por la aspiración a aumentar el contacto con el entorno más próximo y con el ciudadano.
·          Saben que en el futuro las Redes Sociales van a jugar una importante baza en la relación con el ciudadano.
·          Los ciudadanos buscan en las Redes Sociales la mejor relación con su entorno más cercano, pero excluyen de este entorno a la política.
·          El 47% de los encuestados no quieren tener políticos en sus Redes Sociales para que no les vinculen a ningún partido político (esto se manifiesta en mayor medida en el País Vasco, Cataluña, etc.).
·          Ven bien que los políticos tengan Redes Sociales en la medida que las usen para acercarse al ciudadano, pero la realidad final es que a ellos no les interesa acercarse al político.

Bibliografía
- Anduiza Perea, E., Cantijoch Cunill, M., Colombo, C., Gallego, A., & Salcedo, J. (2010). Los usos políticos de internet en españa. Reis: Revista Española De Investigaciones Sociológicas, (129), 133-146.
- Castells, M. (2010). La democràcia en l'era d'internet. Via.Valors, Idees, Actituds: Revista Del Centre d'Estudis Jordi Pujol, (12), 7-13.
- Giner, S., Torres, C., & Lamo de Espinosa, E. (2006). Diccionario de sociología (2º ed.). Madrid: Alianza Editorial.
- Moragas Spà, M. (1985; 1979). Sociología de la comunicación de masas (2ª amp y rev, 3ª tirada ed.). Barcelona: Gustavo Gili.
- Riambau i Sauri, E., & Moragas Spa, M. (1986). Sociología de la comunicación de masas (2ª ed.). Barcelona: Gustavo Gili.
- Stephen Coleman, et al, Spinning the Web. Online campaigning in the 2005 general election; Londres, Hansard Society; 2005; p. 5

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